468 mil personas trabajan en actividades relacionadas con el comercio ilícito de drogas en el país.
Existen oficialmente 27 mil 659 desaparecidos; en 2012, se cometieron 105 mil 682 secuestros y siete mujeres son asesinadas diariamente en México.
“No hay narcotraficante bueno, si te ligas al crimen organizado generas tu sentencia de muerte”, aseguró la Dra. Patricia Olamendi Torres, experta del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Al impartir la Conferencia Magistral “Violencia organizada y Derechos Humanos en México”, la especialista en temas de seguridad ahondó que los principales delitos cometidos por las células delictivas en el país son: el secuestro, el robo de autos, la extorsión, el robo a casa-habitación y la violencia contra las mujeres, de acuerdo con datos de la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Para la académica, el poderío del narcotráfico en México ha fomentado la existencia de milicias de sicarios dedicados a las ejecuciones; el desarrollo de empresas clandestinas del tráfico de drogas, el secuestro y la extorsión; y el establecimiento de estructuras y métodos de operación de los “gobiernos de facto”.
Cifras dadas a conocer por la investigadora, revelan que hay 468 mil personas que trabajan en actividades relacionadas con el comercio ilícito de drogas, tres veces más que el personal que labora para Petróleos Mexicanos; con base en estimaciones de Organizaciones no Gubernamentales (ONG’s) 30 mil jóvenes menores de 18 años forman parte de algún grupo criminal.
La conferencista adelantó que se espera que 2016 termine con una tasa de 14.5 por ciento de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, lo que representa 3.23 por ciento más que la reportada en 2015. Mientras que, julio se caracterizó por ser el mes con mayor número de víctimas de homicidio doloso con 2 mil 73 casos. En tanto que, en mayo y junio, se registraron más de mil 800 víctimas mensuales, traducido a 60 homicidios dolosos cometidos diariamente.
En materia de secuestros, se tiene una tasa estimada de 0.93 por cada 100 mil habitantes, lo que significa 7.09 por ciento arriba que la cifra de 2015 y una tasa de extorsiones de 4.32 por ciento, al finalizar el 2016.
La Dra. Olamendi Torres evidenció que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) divulgó que en 2012 se cometieron 105 mil 682 secuestros, número que supera el registro oficial de mil 317 víctimas denunciadas en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el mismo año.
La analista mostró que existen oficialmente 27 mil 659 desaparecidos en el país, de los cuales 989 están relacionadas con delitos del fuero federal y 26 mil 670 son del fuero común.
Además, siete mujeres son asesinadas diariamente; siete de cada 10 sufren algún tipo de violencia; 60 mil denuncias de violencia familiar al año no son investigadas y la tortura y la violencia sexual contra las mujeres es una constante cuando son detenidas. “La impunidad alimenta la corrupción, acrecienta la inseguridad y genera más violencia”, resaltó.
Sobre el uso de las fuerzas armadas, la docente destacó que se han alcanzado niveles “impensados” con más de 50 mil militares desplegados en las calles de las entidades federativas, situación que, en algunos casos, han constituido violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos.
Ante este panorama, la investigadora enlistó los ochos desafíos que requiere el país para combatir la violencia: atacar la corrupción; lograr que los sistemas de seguridad y justicia funcionen; sancionar a los servidores públicos que no cumplan su deber; fomentar medidas sociales y oferta laboral para jóvenes; promover la participación ciudadana en la prevención; retomar el carácter ciudadano en la seguridad pública; difundir y defender los derechos humanos y apoyar y reparar el daño a las víctimas del delito.