Guste más o guste menos, sería ingenuo creer que Andrés Manuel López Obrador no es uno de los operadores políticos más brillantes de la historia de México.

A lo largo de su carrera ha sabido moverse entre lealtades, deslealtades, amigos, compadres y traidores, y a pesar de todas esas contradicciones, el ahora presidente ha conseguido resultados que reflejan su visión de gobierno y su proyecto de transformación.

Por supuesto que esos resultados han sido posibles por la ejecución de él o de sus cercanos, y quien resalta por su constancia y genuina lealtad es su compadre Adán Augusto López, una corcholata fuerte que, con el paso de las semanas, está a punto de desbancar al canciller Marcelo Ebrard.

No queda más que recordar pues, que en política, las lealtades son importantes si dan resultados, y si esos resultados le han dado forma a algo tan grande como la Cuarta Transformación, entonces, sin lugar a dudar, Adán Augusto López tiene las más de las posibilidades para ser el próximo presidente de México.

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Por ActivoQ